miércoles, 16 de mayo de 2018

mayo 16, 2018 por FelizSanMarketing   Sin Comentarios

Las redes sociales causan cada vez mayor adicción. ¿Queréis saber por qué? Hoy en Feliz San Marketing os damos la respuesta.

Una de las principales razones es que estas plataformas están imitando las mismas tácticas que emplean las marcas de apuestas y juegos de azar para crear dependencia psicológica, arraigando sus productos en las vidas de los usuarios.

 Estos métodos son muy efectivos para activar mecanismos similares a los que la cocaína produce en el cerebro, en parte gracias a las notificaciones, que hacen que los usuarios estén continuamente pendiente de las redes sociales: “Hay departamentos enteros intentando diseñar sus sistemas de forma que sean lo más adictivos posibles. Quieren tener al usuario permanentemente online y bombardearlo con mensajes, intentando redirigir la atención de vuelta hacia la app o webpage”, comenta Daniel Kruger, profesor de la universidad de Michigan y experto en comportamiento humano.

“Facebook, Twitter y otras compañías utilizan métodos similares a los de la industria del juego para mantener a los usuarios en sus sitios”, ha expresado Natasha Schüll, autora de Addiction by Design, que muestra cómo las máquinas traga perras y otros sistemas basados en el azar están diseñados para mantener a los usuarios en el ciclo de la adicción. “En la economía online, los ingresos dependen de la atención constante del consumidor, que se mide a través de los clics y del tiempo invertido”.
Los usuarios se introducen en ciclos lúdicos de repetición, anticipación y retroalimentación, además de las recompensas que hacen que vuelvan una y otra vez. Es decir, si el usuario se aleja de las redes sociales, pronto le llegarán ofertas o mensajes para intentar traerlo de vuelta. “Tenemos que empezar a reconocer el coste de nuestro tiempo en las redes sociales. No es únicamente un juego, nos afecta financiera, física y emocionalmente”, señala Schüll.

Algunos de los mecanismos similares a las máquinas tragaperras que incorpora la social media, según Tristan Harris, antiguo design ethicist de Google, son el pull-to-refresh y el scrolling infinito. El premio, en lugar de dinero, es encontrar contenido interesante. Ese es justamente el motivo de que los usuarios regresen.

Igual que en el juego, todos estos factores afectan a la estructura cerebral, haciendo que las personas sean más susceptibles de caer en la depresión o en la ansiedad, un impacto psicológico que los usuarios no pueden subestimar. Esta dependencia a las redes sociales y, consecuentemente, a los dispositivos móviles, es la que provoca que el consumidor piense que ha recibido un mensaje, aunque no lo haya recibido en realidad.

Aunque en muchas ocasiones el ciclo comienza con una llamada, como puede ser un correo electrónico o una notificación, o cualquier otro tipo de “ring”, realmente ha dejado de ser necesario. Ahora el estallido es interno: una asociación mental sobre la utilización del producto y una necesidad emocional.





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