miércoles, 9 de mayo de 2018

mayo 09, 2018 por FelizSanMarketing   Sin Comentarios
En el mundo digital, el auge del e-commerce es cada vez mayor. Esta modalidad de compra es una apuesta obligada para cualquier compañía que quiera sobrevivir en el entorno competitivo actual. Aunque son muchos los factores que influyen en la decisión del consumidor, contar con una web bien diseñada, de uso sencillo e intuitivo y un amplio catálogo online con buenas fotografías de los productos ofrecidos, es clave para llegar al usuario y entrarle por el ojo.

Nos encontramos en la cultura de la imagen, donde lo visual resulta de vital importancia para conseguir el tan deseado clic del usuario. Por ello, a continuación hablaremos sobre las 5 reglas de oro de la fotografía de producto que toda empresa debe aplicar si quiere triunfar en el comercio electrónico:

  • Lo que no se ve, no se vende; no existe para el usuario.
Para llamar la atención de los consumidores no basta sólo con estar, sino que hay que sobresalir. Conseguir esto dependerá en gran medida de contar con fotografías que capten la atención del usuario a primera vista mostrando, no únicamente belleza visual, sino también información sobre el producto. Asimismo, será importante renovar constantemente las imágenes para ofrecer al público contenido novedoso que siga despertando su interés a lo largo del tiempo.


  • Una imagen vale más que mil palabras.
Aunque a veces son infravaloradas, las imágenes tienen una función muy importante y es que, funcionan como mensaje no verbal. No sólo las palabras son información útil para las marcas, también lo son las fotografías y, mucho más aún en la era visual en la que vivimos. Aunque el texto es clave porque ofrece la posibilidad de explicar más detalladamente las particularidades de un producto, una fotografía ofrece una panorámica sobre otros aspectos como la identidad de marca, la calidad o la utilidad del producto.


  • Adapte el estilo al cliente y a su mensaje.
Seguro que cuando escribe un texto no utiliza el mismo tono para dirigirse a un cliente que a un familiar, o cuando lo hace a una persona mayor que a un destinatario joven. De la misma manera que adapta el lenguaje verbal a la situación y al público, también debería hacerlo con la comunicación visual. Se trata de hallar la esencia de cada marca y producto y mostrarla de la mejor manera posible, utilizando todos los recursos a su alcance. Juegue con las luces y las sombras, con los colores, con las formas y los ángulos para conseguir ese toque único y original que marque la diferencia y, sobre todo, conecte con el target.


  • Los detalles marcan la diferencia.
Cuando uno acude a una tienda, quiere ver los objetos de cerca. Tocarlos, olerlos e inspeccionarlos, da la confianza necesaria para decidirse a comprarlo. En el mundo online, esta posibilidad no existe, por ello hay que compensar a los usuarios poniendo a su disposición una enorme cantidad de fotografías de los productos en las que se muestren los detalles desde diferentes perspectivas.


  • Muestre la usabilidad del producto.
El consumidor valora su adquisición con una utilidad previa en mente. Hágale saber que cumplirá sus expectativas. Mostrarle la utilidad de antemano, despejando sus dudas y destacando las bondades del producto será de gran ayuda a la hora de convencerle. Este proceso se acelerará aún más si le ofrece, aparte, opciones avanzadas como una vista 360º, tridimensional, una buena opción de zoom o vídeos de los productos.

Y usted, ¿a qué espera para invertir en su imagen de marca?




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